TARÍQA

Bismillah

En el Nombre de Allâh, la Realidad tiernamente Misericordiosa, Infinitamente Compasiva

Taríqa

La Taríqa (táriqat en turco) es el camino de retorno a nuestra Fuente a través del regreso a nuestro propio corazón. La Taríqa nos invita a entrar a nuestro corazón y encontrar ahí a nuestro Señor, Allâh, el Amado Amor. Este es el Tesoro Escondido, la meta y esencia de la vida, la perla invaluable. Empero, el viaje para llegar es arduo. Es necesario ser Guerreros Sagrados del Amor cuando combatamos los dominios del yo limitado, del yo biológico, del yo psicológico, del yo sobreviviente, el cual ha proyectado formas ilusorias de ver y responder a la experiencia de vida.

Estos nudos de negatividad deben ser desenmascarados, confrontados y disipados por la espada de luz otorgada al derviche al tomar la mano -la ilaja ila-láh Mohámmad RasulAllâh, empuñado con la compasión y amor de Bismiláh ir-Rajmán ir-Rajím. Algunas veces podemos llegar a sentirnos desconcertados por la intensidad de la negatividad y distorsión proyectadas por el yo limitado, y debemos cuidarnos de tomar esto como real. El antídoto es la ilaja ila-láh Mohámmad RasulAllâh —conociendo y afirmando el resplandor y la belleza de nuestro propio espíritu, inseparable del resplandor de la Única Realidad— «resplandeciente, bienaventurada unidad del Ser puro».

La Taríqa es el bendito camino del Profeta Mohámmad, que Allâh derrame Su paz sobre él y su noble comunidad.
La Taríqa es la sagrada comunidad de la humanidad concentrada alrededor de un Shêij viviente.
La Taríqa es la unión con un Shêij viviente que nos conecta a la gran familia de Amigos de Allâh.
La Taríqa es la vida del corazón.
La Taríqa es ayunar del yo limitado y celebrar la Verdad Única.
La Taríqa es morir antes de morir y resucitar antes de la resurrección.
La Taríqa es convertirse en niño y entrar al Paraíso con toda la humanidad.
La Taríqa es la comunidad universal de hermanas y hermanos.
La Taríqa es la gran boda de todos los espíritus con el Amado.
La Taríqa es desaparecer dentro de Allâh y reaparecer con los hermosos atributos de Allâh.
La Taríqa es el otro.
La Taríqa es alimentar al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, y regocijar al abatido.
La Taríqa es la oración constante y la alabanza constante al Único. La Taríqa es el perdón universal.
La Taríqa es abandonarse al Amor, es la sumisión pura sólo ante Allâh.

Vida comunitaria y adab

Proclama el tierno Intercesor quien ha llorado toda la noche por el perdón de su comunidad espiritual:
«Nunca te alejes del otro o lastimes al otro,
aún en el más mínimo grado.»
(JADÍZ)

La comunidad espiritual es uno de los más grandes regalos divinos. Jadrat-i Pir Nureddín Jerrahi decía que sus derviches eran como vino de uvas machacadas juntas, mezclando todas sus cualidades y convirtiéndose en un cuerpo místico. La unión de tales espíritus trasciende el tiempo y el espacio. Más allá de nuestra conciencia, estamos en comunidad, armonizando, aconsejando y ayudándonos. Estamos revelando, ascendiendo, orando y alabando juntos a Allâh. Como un cuerpo, giramos con el corazón de la Humanidad, vertiendo, vertiendo el amor de Allâh.

La conciencia perfecta, amor y alegre sensibilidad que extendemos a todos los seres se llama adab. Aprendemos el adab a los pies del Shêij por medio de la presencia consciente, atención a su enseñanza y nuestro servicio gozoso. El Profeta Mohámmad, el propietario de las formas perfectas, que la paz esté con él, decía que la religión es el perfeccionamiento del carácter y adab, permitiendo a la radiante naturaleza del corazón humano iluminar todos los pensamientos, intenciones y acciones.
Nuestro camino tiene la sobriedad del profundo compromiso con el camino universal del Profeta Mohámmad y la libertad e intoxicación de los amantes gozosos en el abrazo del Amado.
El adab que dirigimos hacia los demás es nuestro adab hacia Allâh. Permitiendo ser a cada uno, permitimos que se revele la Verdad Viviente.

El adab maduro nunca se endurece con reglas fijas o en la corrección de otros.

Conocimiento y Amor

Allâh, El Más Alto, ha revelado a la humanidad esta oración a través del corazón del Profeta Mohámmad; iletrado en instrucción humana e instruido sólo por Allâh:»Oh, Señor Precioso, incrementa y asciéndeme en estados espirituales y conocimiento místico.»
Nuestra vida de derviches es como la espontánea afirmación de un niño acerca del amor de Allâh y una búsqueda incesante para incrementar nuestro conocimiento del Ser de Allâh. Amor y conocimiento son las dos alas del derviche. El Amor enciende nuestro deseo de conocer a Allâh y el conocimiento incrementa la profundidad de nuestro amor. El amor y el conocimiento en realidad son uno. El amor es el corazón esencial de la existencia, y el conocimiento es el prisma de realización de esta existencia. El amor crece eternamente más y más profundo e inmenso, en tanto que el conocimiento es continuamente removido, cambiado y formado de nuevo.

El verdadero conocimiento llega a nuestro corazón directamente de Allâh. El corazón del derviche es un libro abierto cuyas páginas están inscritas por la Pluma Divina. Busca el conocimiento ahí, a través de abrir tu corazón al Shêij. Busca el conocimiento ahí, a través de tu tesbih y del salat, por medio de tu meditación y práctica de generosidad desinteresada. Así, los significados profundos del Corán, del Jadíz y de los libros místicos llegarán a ti. Entonces, serás capaz de leer el libro de la Creación y los libros de todos los corazones humanos. Comprenderás la verdad de las palabras del Profeta: «Conócete a ti mismo y conocerás a tu Señor».

Estudio

El conocimiento del Shêij Nur al Anwar al Jerrahi así como del Shêij Muzaffer sobre el misticismo islámico era muy completo. Shêij Nur al Anwar al Jerrahi estimulaba la búsqueda intelectual. Como explicaba a los derviches en la Masjid al-Farah: «Muzafer Efendi decía que el regalo más importante que un ser humano tiene es el intelecto, ya que si no tienes claro cómo son las cosas, podrías tener una devoción extraviada». El estudio de los escritos del Shêij Nur al Anwar al Jerrahi es sumamente recomendable, así como los del Shêij Muzaffer, Mujáieddín Ibn al-Arabi, Mevlana Yelaluddín Rumi, Rabi’a al-Adawía y de otros grandes amigos de Allâh, que Allâh, el Más Alto enaltezca sus espíritus.

Libros

Libros del Shêij Nur al Anwar al Jerrahi (Lex Hixon):

Libros del Shêij Muzaffer Ashki al-Jerrahi:

Guiados íntimamente por la sabiduría de La ilaja ila-láh, el derviche se embarca en la peregrinación de la vida a través del resplandeciente regreso divino a la Fuente del Amor. Una vez en nuestra vida somos llamados a la ciudad sagrada de Mecca para circular alrededor de la Kaaba, celebrando y dando gracias por la guía de Allâh a la humanidad, revelada a través de la corriente de los espíritus proféticos, comenzando con Adán y culminando con el Sello de la Profecía, Mohámmad, el Glorioso, que la paz esté con él y toda la comunidad de Mensajeros.